Ha tardado casi o algo más de un año. Ha creado incomodidad, malestar, dificultades comerciales… ha dado que hablar. Ha permitido mirar y exponer entre los paseantes, vecinos y mirones teorías de todo tipo. Ha hecho caer un estilo y un modelo, y por qué no, una época…pero al fin llegó al fin llegó, en Utiel, la Puerta del Sol, parafraseando hasta donde es posible la rima de la melodía de la Puerta de Alcalá.
Cuando y durante el mandato en la alcaldía, de Enrique Luján, que tumbó los colores y los modelos de las aceras de toda la vida y se dedicó a querer traer hasta nosotros y educarnos en el granito gris del Guadarrama, con su seriedad, prestancia, y tristeza a veces, le dio a la anterior Puerta del Sol un puntillazo de muerte.
La Puerta del Sol que había, obra posiblemente de las Alcaldías de Luis Pérez, rememoraba un modelo y forma de expresar, que desde luego contraponían con los cambios que como hemos dicho, produjo el granito en Cesáreo Marco Yagüe, Calle del Cebo y San Fernando. Únicamente mantenían un nexo común, había habilitado la citada más espacio para los peatones y recortado el espacio de los vehículos a motor, por lo demás, parecían la antítesis una de las otras.
A pesar de lo que muchos comentan, que hay problemas mucho más acuciantes y perentorios que arreglar que modificar el aspecto de la principal Plaza del Municipio, y es cierto, los gobernantes generalmente desean expresar sus acciones y buenas maneras haciendo obras, pues además se ven mucho y sirven de recuerdo para los votantes en cada momento, ya que los carteles y los folletos se los suele llevar el viento. Y siempre se podrá decir: La Puerta del Sol la hizo el alcalde Fernando Benlliure, por ejemplo, y eso luce siempre.
Lo cierto y verdad es que se ha acometido una obra importante cuyo aspecto final encaja mejor en el urbanismo circundante como decíamos, que la que había, por muchos sentimentales y nostálgicos que la hayan llorado o la estén llorando aún. La actual vuelve a crear más estructura para los vecinos y recorta aún más el espacio de los automóviles. Cosa que en Utiel suele ser preocupante cuando prácticamente el único espacio para estos, está tras el colegio de las Monjas de Santa Ana y es etéreo, pues ante el desarrollo de aquella fase urbanística imaginamos que desaparecerá.
Finalmente queremos lamentar que no se haya aprovechado todo el follón que una obra crea, para intentar dar cobertura y estructura a la bodega subterránea que apareció en la Plaza. Privando con ello de una parte de “aliento” y “creencia” a los amigos de Serratilla en estos momentos además, que están lanzados en la defensa y puesta en valor del patrimonio de la Ciudad. Esto ratifica realidades. Una verdadera pena.
Hemos podido comprobar que en las redes sociales la Puerta del Sol da mucho juego verbal, tanto como puede dar un problema del polideportivo, del pabellón multifuncional o cualquier otro asunto del municipio.
Incluso lo que en el “campo de batalla” del Salón de Plenos del MI Ayto. tirios y troyanos dirán o no dirán. Exigirán dependiendo en qué lado de la línea se encuentren, y recibirán hostias o pasteles, de los que sobraron cuando ellos eran los repartidores, y de los que quedarán para cuando los ciudadanos decidamos nuevamente quién toma el azúcar y quién siega la caña… pero eso forma parte de la historia de un pueblo siempre, y de una Plaza, en un momento dado.
Lo importante es que al fin llegó al fin llegó, en Utiel, la Puerta del Sol.
¡Disfrutémosla a pesar de todo…!!!