Volver cada año a Mallorca es una bendición. Reconozco que me cuesta bastante pues los viajes en avión no son mi fuerte, menos este verano. Mi recuerdo más entrañable para los que se han ido de este modo tan inesperado. Pero cada verano en Mallorca voy a ver a mi pequeño corazón que vive en la isla. Y cada año tienes que descubrir cosas bellas, además de entrañables. Un viernes es el día de mercado en Llucmajor. Allí que me fui. Casi todo Llucmajor es cruzado desde el sur al norte por la serie de puestecitos que conforman un multicolor mercadillo. La parte principal y tradicional pienso, se encuentre en la señorial y triangular plaza del Ayto. En su isleta central se dan cita todas las frutas, verduras, flores, quesos embutidos, artesanales y de cultivadorePlaza Ayto. llucmajors del lugar o alrededores. Una paleta de colores que daría vida a cualquier pintura, pero además viva y nutritiva en este caso.  

En la parte Sur, pienso que están colocados los puestos más recientes, se observan vendedores de todo tipo de productos, enseres y herramientas. He querido aportar una pequeña muestra. Me parece que no había visto tantos grifos juntos, y tan limpios, porque son dImagen 002e segunda mano, pero ahí están. A lo largo del desplazamiento te vas encontrando cosas curiosas, no del propio mercado si no de lo que te rodea. No conozco la historia de la estátua que adorna la plaza que la contiene, pero debe tenerla, algunos establecimientos se llaman: …de la Estátua. Cenamos en una pizzeria que así se denomina , enfrente de la citada y en un patio central interior, perfectamente decorado e inmaculadamente limpio. Por cierto las pizzas eran magníficas. Imagen 003 Por la tarde no hemos podido resistir la tentación, bueno la tentación y, el bochorno de una tarde nubosa que parecía anunciar lluvia y nos ha encaminado a un lugar conocido llamado la “Colonia de San Jordi”, pero a pesar de haberlo descubierto hace dos años, en esta ocasión nos topamos con una playa pequeñita y coquetona, desconocia para nosotros que se llama playa del dulce o de los dulces, y era un encanto, el agua estaba transparente, ligéramente cálida y tenías que andar decenas de metros hacia el interior para que el el agua te fuese cubriendo poco a poco. Playa dulce