Me cuesta encontrar un título a los post que escribo. Éste me lo han dado hecho. Llegamos a la Estación de los Trenes de Alta Velocidad de Valencia Joaquín Sorolla, donde en el andén nº 6 debía encontrarse el AVE que durante unas semanas llevará una exposición de fotografías de corte vitivinícola de la Comarca de Utiel-Requena, o de la comarca de Requena-Utiel como les gusta llamarla a otros. En definitiva es igual quién anteceda en el nombre. La comarca es vitivinícola hasta los tuétanos y en definitiva lo que muestra el tren es eso. Esa particularidad del nombre, se la pasa el AVE a unos 280 kms por hora.
Me han dado hecho el título del post porque el cartel que anunciaba al píe del andén 6 la exposición lo habían titulado así: Vino en Tren. Una mágica dualidad de lo que hace el tren con los viajeros: llevarlos, transportarlos. “Vino en tren” indica un acto…
cuando tu hijo en Navidad llega a casa desde Madrid y la madre le dice a la Vecina mientras ésta la halaga diciéndole lo guapo que lo encuentra desde que no lo ve…,<< “Vino en tren” esta mañana para pasar las Navidades con nosotros>>.
En este caso en el tren va algo entrañable para nosotros “Vino en Tren”. Reconozco que en Renfe han sido valientes metiendo al tren un producto que en el siglo XXI nos está volviendo a los consumidores “pacatos”. No sólo a los de última hornada, también, y es más grave, a los que incluso de pequeños nos lo daban mojado en pan con azúcar y ahora renegamos de él no una, sino 3 veces como Pedro.
Me gustaría decir unas palabras amables y galantes a tres personas que desde la Denominación de Origen han puesto piedra sobre piedra para que el Vino llegase al tren: Carmina Cárcel, Laura Serrano, sin olvidar a Esperanza Alonso y la gente que se han sentado en esa comisión del AVE o de la estación del AVE, para pelear por ella y por el Vino de la Comarca. Son magníficas y valen su peso en oro.
También debo contar aquí una anécdota: Mi hija Ciara y yo salimos a “cazar” imágenes muchos fines de semana. Con nuestras cámaras de repetición damos vueltas y vueltas alrededor del “mundo” que nos rodea y disparamos sin cesar. Esta Vendimia quisimos tomar unas imágenes de los dos ineludibles ya, modelos de vendimia que se dan en Utiel-Requena. La clásica la tradicional y, la mecánica, la mecanizada. Unos siguen haciendo de la Vendimia una fiesta familiar, cuando les dejan los inspectores de trabajo que hasta en helicóptero sobrevuelan los viñedos buscando “ilegales”. Otros se suben al pequeño rascacielos andante que batea y recoge los granos de las uvas en caída libre en un complicado equilibrio acrobático circense. Lo único cierto es que pierden su esférica bella y equilibrada redondez, quedando sajados, rotos, exprimidos, arrugados y desde luego irreconocibles, pero es el peaje que se paga por la modernidad, y por eludir a los inspectores, aunque luego te buscan las vueltas escudriñando las estadísticas de pagos de jornadas reales, y seguros sociales, a ver por donde cogen al viticultor.
En los alrededores de las Cuevas de Utiel vimos un pequeño grupo de gente vendimiando. Era un matrimonio y el padre de ella, o de él. Les pedimos permiso para fotografiarles libremente mientras hacían su labor. No pusieron objeción, al revés, gustosos. Dijeron que no era la primera vez que les ocurría algo así. El invierno anterior estaba podando y una Sra., Química, dijo ella, paró en el viñedo que se situaba al lado de la carretera y le pidió permiso para fotografiarle y sacarle en un anuncio de un medicamente nuevo contra el reuma.<< Porque Vd. tiene un aspecto sano y encaja en el estereotipo del destinatario del producto>>, le dijo.
Contó el agricultor de las Cuevas que nunca supo más de ella ni del anuncio. Nosotros le dijimos que no sabíamos si nuestras fotos saldrían en algún catálogo de pastillas o píldoras para el Resveratrol o de antocianos que prometiesen… alargar la juventud, sólo la juventud. Reímos a gusto todo, pero no sabía él ni nosotros, que iría unas semanas en un tren de Alta Velocidad desde Madrid a Valencia, y enarbolando un típico “Uvero” con dos uvas de Bobal que en el momento de mostrarlo le parecieron una gozada por su tamaño, su aspecto sano, por su peso y color, vamos, una joya en tiempos de vendimia en Utiel-Requena.
Espero poder encontrarlo y decirle que mire en internet como está presumiendo de uvas y Bobales. Vamos!!! es que se va a “tronchar” de risa al verse.
Al pie del AVE nos dimos cita unos cuantos Alcaldes de nuestra querida Comarca, el Presidente de la DO Utiel-Requena y el Presidente de la Ruta del Vino de Utiel-Requena. Los alcaldes iban acompañados de las Reinas de las Fiestas ataviadas con trajes típicos y al píe del andén alineadas con el AVE había unas cuantas Barricas de Coviñas. Parecían de Roble Español de las que no quedan, de las que maduraban el Vino de la Reina que estaban sirviendo de decoración y mesa para situar una serie de artilugios antiguos de Vendimia, canastas de recogida de uva y unas copas y unas botellas de vino.
Nunca pensamos que terminado el acto hubiésemos de asistir a la Mostra del Cava Valenciano en la Plaza del Arbre de Valencia, pero nos animaron a ir, dado que se inauguraba con cierta inmediatez a la finalización del Acto: Vino en Tren.
Tengo que decir que no me gustó el emplazamiento de la III Mostra del Cava Valenciano. Debe haber en Valencia 50 Plazas más bonitas, más acordes, más acogedoras y más públicas y elegantes. El Cava es elegante por naturaleza y la plaza elegida es lo menos elegante que existe. Es una antítesis. Después de “probar” las mieles del Claustro de la Universidad de Valencia en el Pijerío Valencianil, meter al Cava en la Plaza del Arbre es ponerse a vender mercedes en las dunas del Sáhara, donde los camellos se partirían de risa al verlos.
Me da que pensar por qué le llaman Valenciano al Cava cuando es de Requena, y en cambio cuando en Requena queremos llamar a nuestros productos Valenciano, nos dicen que es imposible, que Valencia ya existe. En fin, no siempre los flujos de corriente circulan en todos los sentidos, debe haber un cortocircuito en alguna parte. Y siempre parece estar en el mismo sitio.