A los pies de un gigante. Entre los sabios muros de un monasterio. Salpimentados por el verde único de la Garnacha, que en Aragón no es sólo una uva, es una leyenda y además con una larga historia escrita y una aún más prologada, su futuro. No tienes más que llevártela a la boca. Ya está todo dicho. Hasta allí nos hemos ido, a los pies del Moncayo, el lugar donde se “pescan” los mejores pescados. Los que pugnan en las mesas y le pelean un hueco al ternasco de Aragón. Cordero, cordero, donde los haya, y ternura profunda sin igual. Pues eso, que no había mejor marco, elevado, de los que de forma natural ponen a prueba tus cervicales cuando en su movimiento giroelevatorio, te hacen enfocar los ojos hacia la cumbre. Veruela fue el lugar donde tenía el XX Encuentro la FEV o mejor, el grupo jurídico de la FEV- Federación Española del Vino y, espacio de dialogo al que la CECRV fue invitada. La FEV pretendía hablar sobre los Pliegos de Condiciones. Algo que en otro post dijimos que estaría de moda este 2010, y ya estamos viendo como se pone. Y lo que les queda. Pedí a Fernando Medina, que enhebrase sus finas y ágiles neuronas jurídicas en torno a los bajos o los dobladillos de los Cahieres de Charges, y a fe mía que lo hizo sobradamente bien, no solo enhebró, sino que pespunteó hilvanando adecuadamente las piezas de un magnífico traje como el que todas las DOPs e IGPs deben vestir para entrar en el registro Bachus, para entrar quedarse y permanecer. Tan elegante quedó el paño que pienso pedirle permiso para adosarlo en este blog. José Ignacio del CRDOP Campo de Borja, añadió un magnífico envoltorio al vestido, precisamente porque ellos mismos lo están usando, pienso que serán los primeros en entrar en el reino de los Cielos de ENAC, y sus experiencias ya sobre el terreno añadieron carga al debate. Finalmente mi estimada Pilar, puso la plancha final a la vestimenta dejándola lista para la pasarela o vista para sentencia, a tenor de los oficios de los presentes. Tuvimos la suerte de contar con la presencia de L.L., del Ministerio, gentilhombre de las normas y reglamentos que sobre la vid y el vino existen, anteriores actuales y posteriores. Hubo un estupendo coloquio en torno al tema en el que de forma rica, consecuente, ardiente, cuasi total, todos los presentes dirimieron, se interrogaron, interrogaron a los demás, reflexionaron en voz alta, pidieron árnica, ofrecimos el relleno de la brecha, e incluso sin llegar a las manos, ya fuera del salón de actos, también disertamos de futbol y de autodeterminación y no era la del sáhara, Para terminar el encuentro, Ana un inmenso depósito de Historia, nos instruyó en la belleza del Museo del Vino y el propio Monasterio de Veruela, No se puede decir Garnacha, y no sentir el Moncayo al lado y un ligero vientecillo en tu piel que te refresca y tonifica, exactamente igual que haría la primera sabrosamente.