Pues que un día teníamos que hacerlo. Y en éste Agosto “rarito” de 2013 resultó el día 27 martes. Como desde 1986 al menos, se recogieron las muestras de unos 45 puntos (siempre los mismos) diseminados por el Territorio Bobal y el resultado analítico ha sido el siguiente: El año 2012 tomamos la primera muestra de control el día 23 de Agosto si no recuerdo mal. Las diferencias reflejadas en promedio del conjunto de puntos respecto del grado Beaumé, la Acidez Total y el Ácido Málico son de 2,48 grados menos éste 2013. 5,13 gramos litro más de media este 2013 respecto del primer control de 2012 para la Acidez Total y de 4,65 gr. litro más de Ácido Málico, para las uvas muestreadas en la cosecha 2013, respecto de las de 2012 tomadas en el primer muestreo. A nadie se le escapa que el retraso en la brotación respecto de otros años, y la posterior “olita” de frío (bajas temperaturas sostenidas) durante el cernido y cuajado del fruto, incluso un poco antes, paralizó de forma crítica el hilo conductor del ciclo vegetativo de la planta. Tanto es así que muchas de nuestras vides de Bobal, entregaron sus frutos ya entonces a la Madre Tierra, a consecuencia de la dichosa “marchitez fisiológica” que a veces compite con la Yesca, a ver quienes de las dos dejan más caídos en la “lona”. Pero es que además ese “parón” primaveral ha traído estos “lodos” en referencia al refrán que dice que de aquella lluvias llegaron estos… Pues nos pongamos como nos pongamos, con estos bueyes tenemos que arar. No será el primer año que la técnica, la tecnología y el excelente hacer de los técnicos enólogos harán “torcer el rumbo” de la nave Vendimia, llevándola a buen puerto como de unos buenos navegantes se espera. Quedamos a la espera del “2º” de la tanda, dicho por el segundo control de maduración dentro de una semana, y quizá tengamos otros argumentos para hablar a la vista de los resultados que arroje. Una semana como es debido, da para mucho en materia de maduración… créanme.